Los gobiernos pueden aprobar leyes para prohibir la caza y la venta de animales amenazados, así como la tala de bosques. También pueden prohibir el uso de sustancias químicas contaminantes o de pesticidas que envenenan las aguas y los suelos. Otra forma de proteger a algunos animales amenazados es la cría en cautividad. En muchos parques zoológicos y centros especiales se crían especies que están en peligro, y cuando los ejemplares alcanzan la edad adulta, se dejan en libertad. Los científicos están tratando de salvar de esa manera, por ejemplo, al oso panda gigante. Yo pienso que la mejor manera de ayudar a las especies amenazadas es proteger su hábitat.
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